Películas para la temporada
-Navidad Gay-

Llegó esa época del año cuando parece que el mundo entero celebra Navidad.  Desaparecen las decoraciones de Día de Muertos y Halloween para ser suplantadas por imágenes de Santa Claus, nochebuenas, y renos.  No importa que creencia o que filosofía de vida tengas – no puedes evitar ver que las jugueterías están abarrotadas, la gente sale a comprar regalos como locos, aparecen cientos de carretas para envolver regalos y las verdaderas buenas ofertas desaparecen. 

La parafernalia del Orgullo Gay lleva guardada seis meses en el clóset y falta un buen para que sea época de carnaval.  Entonces en estas fechas ¿dónde queda lo gay?  Los gogo-dancers y strippers reciclan sus zungas y tangas que usaron el 14 de febrero y se ponen un gorrito de Santa [Claus].  Los antros de ambiente dejan de promocionar noches temáticas con postales y las intercambian por panfletos con información de salud para la comunidad, encuestas de HIV/SIDA, y promesas de que seguirán abiertos para el año entrante.

Lo gay parece haberse ido de vacaciones, los únicos colores de la bandeja de las jot@s que se vislumbran son el verde y el rojo, y nadie parece estar haciendo muchos planes para formalizar una relación seria.  Eso sí, los antros están hasta el gorro con todos los provincianos que quieren vivir por un rato lo que es antrear en la capital y se respira un aire fresco de ligue sin compromiso pues – total – es fin de año.

Todos esos hombres que parecían ser bien machos, exitosos e independientes de repente resulta que sí tienen familia y que en vez de largarse a Puerto Vallarta contigo, están “comprometidos” a llevar a la abuela a Misa de Gallo, hablar de fútbol con el papá, y ayudar a la mamá a poner El Nacimiento.  Claro que no falta el que pregunta “Bueno, ¿pero qué vas a hacer en Año Nuevo?”

La gente gay que está de ociosa decide hacer coronas y arreglos florales con motivos Navideños para sacar para el gasto, o de perdida sacar sus artes culinarias a relucir y vender pavos.  Para los menos diestros la opción es encerrarse en un mall – para pronto quedarse sin dinero.  No porque regalarás este año lo mejor de lo mejor para tus familiares – no – sino que optaste por autocomprarte cremas para las arrugas carísimas, la loción de moda, y tus jabones de L’Occitane.  Ahora sin lana – pues que más te queda hacer que meterte al cine… pero no hay nada invertido que ver.

Creo que nunca se repetirá esa Navidad donde tenías la opción de ver Transamerica, Capote o Secreto en la montaña.  No… no te queda más que inventarte posadas y reuniones pre-Navideñas con tus amigos gay porque lo más probable es que no celebrarás Navidad con ellos.  Ni con el pobre ese que viene desde quien sabe donde y esta mega lejos de su familia y que seguro pasará solo la Navidad en el Sanborns Café de Amberes deprimido - ávido de que alguna jotit@ metrera se anime con él para por lo menos tener quien le de un abrazo festivo un par de horas. 

Para los solitarios, para los que hacen reuniones, para los quieren un poco de mariconés cultural en Navidad, para los activistas que se niegan a aceptar la religiosidad pero que le gustaría un poco de calidez invernal – a todos ellos, a todos ustedes, a todos nosotros – les recomiendo que renten, compren o pidan prestada una película afín a esta temporada: Vidas Extremas ó RENT.  Les prometo que sale nieve, muchos des/amores, y muchas canciones con motivos Navideños; al igual que tragedias, comedias, números musicales drag queens, lesbianas, bisexuales, ¿trisexuales? y bueno sirve para todo tipo de ambiente, hasta si es mix con bugas.  O para algo más malo, pero diferente... está Regarding Billy.

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© Sebastián Reichel